jueves, 7 de junio de 2018

¡El mejor invento de la humanidad!

¿Cuál dirías que es lo mejor que es el mejor invento de la humanidad?

¿El internet? ¿La cerveza? ¿El automóvil? ¿La bicicleta? ¿El alfabeto? ¿Las matemáticas? ¿El dominio del fuego? ¿El Ipad? ¿Los tamales sinaloenses? ¿El futbol? ¿Los memes?

Sin quitarle ningún mérito a todos esos grandes inventos, puedo decirte -sin temor a equivocarme- que el mejor de los inventos humanos es ¡el diálogo! Si, así como lo lees, la charla, la platiquita, el intercambio de ideas, palabras, miradas, silencios. Eso es lo mejor que nos hemos dado los seres humanos, el sano cotorreo es nuestro mayor aporte al universo.
Mientras escribo estas letras, a la campaña por la presidencia de México (2018) le faltan pocos días para concluir y si hay algo que estos tiempos políticos me han dejado MUY claro es que nos hace muchísima falta aprender a platicar. La política es un buen lugar para observar con claridad la calidad de nuestras charlas y lo que llama la atención no es la pasión (que según yo nos hace también mucha falta) sino la estridencia. 
La "conversación" está llena de insultos, de mentiras, de descalificaciones burdas y sutiles y de una enorme necesidad de demostrar que nuestro punto de vista es superior al de los demás... por supuesto que esto no es exclusivo de la política, pero la política lo hace muy visible.

El diálogo implica el encuentro de mundos distintos, la reunión de lo diverso en un sólo espacio mental, el chile y el chocolate con ganas de hacerse mole. Al término de una buena charla no sólo queda vacía la copa de vino o de café, sino que la mente y hasta el corazón se hacen más grandes, los dialogantes descubren cosas que no sabían, miran el mundo desde otro sitio, se vuelven más ricos, terminan con un par de nuevas respuestas y los más afortunados con muchas nuevas preguntas. La buena conversación genera lazos, teje relaciones, construye acuerdos y respeta diferencias.

Aquí te comparto algunas ideas para  -aún en tiempos políticos- subirle la calidad a nuestra plática y aprovechar el mejor invento de la humanidad:
1) Platica para aprender y compartir. No pienses en el diálogo como una competencia, no lo veas como una guerra, mejor disfrútalo como un baile.
2) No busques convencer al de enfrente, mejor pregúntate qué puedes aprender de él o ella.
3) Escucha y haz preguntas sinceras para conocer mejor su manera de pensar. Descubre cómo su visión puede enriquecer la tuya.
4) No le temas a la diferencia, nadie a muerto ni se ha enfermado por escuchar a quien ve las cosas de modo distinto. No te está poniendo en riesgo. Cambia el "¡Estás equivocado!" por un "Me parece interesante, lo ves distinto a mi".
5) Si estás enojado, busca otro momento para charlar. Hablar desde el enojo es una gran forma de decir estupideces... y más tarde arrepentirte. (Me han contado)
6) Verifica lo que dices (y lo que crees). En estos tiempos de sabiduría facebookera y fake news omnipresentes es facilísimo irnos con la finta y terminar alimentando la mentira.
7) Si la riegas, discúlpate.
8) Haz un firme compromiso con la verdad. Comprométete tanto con la verdad objetiva (la de los hechos, datos, números) como con la verdad subjetiva (la de tus emociones, opiniones, valores y juicios)... y aprende a darte cuenta de la diferencia entre una y la otra.
9) Sácale la vuelta a las generalizaciones. Siempre hay alguien que sale lastimado después de la frase "todos los X son transas, intransigentes, ratas, ignorantes, revoltosos, clasistas, etc...", muchas veces uno de esos X es alguien a quien estimas ¡recuérdalo!
10) Relájate, ríete un poco de ti mismo y tómate un poco menos en serio.

Espero que estás ideas te sean útiles y que tengas charlas deliciosas.

¿Cuál es el secreto para un largo amor?
El diálogo entre las diferencias
- Mario Benedetti

Para dialogar,
preguntad primero;
después... escuchad.
- Antonio Machado

Por favor compárteme tus propias ideas y vamos dialogando juntos.

Sergio Hernández Ledward
www.facebook.com/SergioHLedward

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